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Posts Tagged ‘Joseph Campbell’

Hay un concepto con el que todo aquel que haya estudiado Comunicación Audiovisual o algo afín a esta carrera debe estar especialmente familiarizado y es El viaje del héroe establecido por Joseph Campbell a mediados del siglo pasado (1). ¿Qué narices puntualiza esa idea? Pues básicamente que todos los relatos vienen a contar una historia marcada por los mismos patrones, en la cual el protagonista pasa siempre por sucesivos estados (para más información: http://es.wikipedia.org/wiki/El_h%C3%A9roe_de_las_mil_caras), lo cual impide la creación de un relato (siempre considerándolo dentro de las historias tradicionales, las marcianadas sin historia no entrarían aquí) realmente novedoso. ¿A santo de qué toda esta liosa introducción? Pues básicamente para decir que a mí siempre me pareció que el concepto de El viaje del héroe resultaba insuficiente al limitarse a historias únicas y dejar toda la evolución posterior limitada a poco menos que un eterno “Y fueron felices y comieron perdices”, y a mí eso siempre me ha sentado como una patada en la boca. No soy un niño y los héroes no son personajes inamovibles que realizan una única heroicidad y pasan a cobrar la pensión de jubilación completa y a tocarse las narices en casa. Y tampoco son personas que van haciendo heroicidades una detrás de otra sin evolución alguna.

Sé que llegado a este punto algunos pensaréis “Pues muy bien, pero eso qué narices me importa a mí cuando has vendido esto como un blog sobre series” (vale, literalmente no creo que nadie lo diga). La cosa es que, como algunos ya sabréis, ando haciendo una tesis doctoral, pero el primer tema que propuse no tenía relación alguna con el a la postre vencedor, sino que era realizar una análisis muy particular de 24, mi serie favorita aún hoy, en el cual quería establecer las obviar limitaciones de El viaje del héroe tomando como base la evolución de Jack Bauer, personaje sin el cual uno no podría entender la existencia de esta serie. Y como la serie va a estrenar a su octava (y espero que última) temporada y yo tenía unas ganas inmensas de escupir (aunque no profundizar, para eso tendría que volverme a verlas todas las temporadas) todas las ideas que pasan por mi cabeza eso es lo que voy a hacer, ea. Eso sí, aviso, va a haber tal saturación de spoilers que no me hago responsable de fastidiarle a alguien la serie.

La primera temporada de 24 nos presenta a Jack Bauer como un hombre de familia con un puesto de cierta responsabilidad dentro de la UAT (Unidad Anti Terrorista). Dentro de la oficina ya tiene un antagonista primerizo, un superior con el que choca constantemente y una antigua amante que estuvo a punto de provocar la separación de su mujer. Pronto sabemos que ya ha llevado a cabo misiones muy importantes, por lo que basicamente nos encontramos con un héroe ya hecho que carece de la necesidad de la figura de un mentor. Además, no recibe con mucho agrado las figuras de autoridad (ese momento en el que droga a Mason) por muy patriota que sea. Es el secuestro de su hija primero y posteriormente de su esposa lo que le fuerza a cumplir las exigencias de unos malvados terroristas que quieren acabar con la vida del senador David Palmer. Tiene que traicionar a los suyos, cometer multitud de ilegalidades, pero aún así no lo asesina cuando le llega una oportunidad pese a que eso está a punto de costar la vida de ellas. No, Jack es un héroe íntegro, capaz de acabar con porrocientos terroristas de una tacada con una sola pistola, pero honorable. Y siguiendo las pistas que va encontrando localiza el escondite de Ira Gaines, el villano definitivo de un par de capítulos (algo habitual en la serie), y en un duelo de iguales (en realidad no, Jack Bauer es superior incluso que Dios) lo vence, rescata a su familia y un bonito helicóptero los lleva a casa sanos y salvos para volver a la perfecta vida que llevaban en la que su hija Kim aún no era un imán para cualquier tipo de secuestrador.

Llegado a este punto, la primera temporada de 24 ya ha completado lo que propone El viaje del héroe, pero por cuestiones ajenas a la voluntad de los guionistas Fox decidió que la serie no iba a llamarse 12 como estaba inicialmente previsto, sino que había que ampliar la historia. ¿Qué sucede cuando tienes que llevar más allá de lo habitual la historia? Puedes seguir dos caminos: Proponer más o menos lo mismo aunque ampliando los peligros que ha de sortear el protagonista para llegar a un desenlace mimético o empezar a introducir puntos de distanciamiento respecto a lo que señaló Campbell. Me resulta imposible negar que la forma de prolongar la historia resulta de lo más artifiosa: Un burdo cliffhanger nos dice que hay un nuevo asesino en escena y que casi que va a ser necesario neutralizarle no se vaya a cargar a Palmer. La amenaza se incrementa al aparecer en escena un antiguo enemigo de Jack Bauer al que éste creía haber asesinado. De esta forma, la imagen inicial del protagonista como héroe de guerra se ve reforzada, ya que vuelve a derrotarlo y, esta vez sí, se lo carga y también a sus hijos (uno de ellos el nuevo asesino metido con calzador interpretado por un por aquel entonces desconocido Misha Collins).

El problema es que ese no es el único peligro con el que ha de lidiar Bauer, pues Nina Myers, su antigua amante, ha optado por traicionar al gobierno para embolsarse unos cuantos milloncejos en su cuenta corriente. Este golpe de efecto (un tanto tramposo, es imposible negarlo) es el que nos lleva al punto en el que 24 empieza a separarse del trayecto habitual de estas historias: Nina Myers asesina a la esposa de nuestro héroe antes de intentar darse a la fuga. Él la captura y está tentado de acabar con su vida al haberse sentido traicionado, pero no es suficiente para traicionar los patrones del héroe ideal: Ella está desarmada e indefensa y Jack Bauer no puede matar así porque sí. Él es un patriota que se debe a su país y que simplemente tiene que hacer el trabajo sucio que otros no están dispuestos a realizar. Pero las cosas no son así de fáciles y la recompensa que debería suponer el reencuentro con su familia se transforma en un dolor inenarrable al encontrar a su mujer muerta (¿un castigo simbólico por haberle sido infiel quizá? Es cuando menos curioso que sea la (ex)amante quien se cargue a la esposa). El héroe ha cumplido con su misión, ¿qué clase de final dentro de los patrones de Campbell es encontrar a tu mujer muerta como cierre de la historia? 24 ya no es otro viaje de un héroe aleatorio ¿Qué pasará ahora? Para averiguar las idas de olla (lo llamaría brillante disquisición, pero soy consciente de mis limitaciones) os cito dentro de unos días para ver la primera fase de la evolución de este héroe: La superheroización de Jack Bauer.

(1) Hay quien dirá que su teoría debe mucho a otras ideas señalados con anterioridad por Vladimir Propp (http://es.wikipedia.org/wiki/Vladimir_Propp#Las_funciones_de_Propp) y hasta cierto punto tendría razón. Además, he de añadir que si alguien quiere buscar una explicación ampliada más sencilla de todo esto es mejor que acudan a la “versión para tontos” (vamos, lenguaje más accesible y todo eso) escrita por Christopher Vogler bajo el título El viaje del escritor.

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